
El viaje no es demasiado largo,
así que lo hacemos de tirón. Lo primero que hacemos en Melbourne es ir al hotel
a dejar las maletas para ir a devolver el coche. Hemos tenido suerte y hemos
podido aparcar en la misma puerta del hotel.
Al finalizar el check in hemos
comprado unos bokatas para comer más tarde en una panadería de al lado del
hotel.

Pues no, no sé trata de ninguna
broma, el gerente del hotel nos lo ha confirmado. Vaya, pues menudo ostión. Con
el susto y la mala leche metidas en el cuerpo, vamos a devolver el coche a la
agencia de alquiler en el centro de la ciudad.
Hoy vamos a hacer un tour gratuito, como los que hay en muchas ciudades europeas. El tour ha sido en
inglés, así que por el camino se nos ha pasado alguna cosilla, pero ha estado
muy bien, nos han enseñado las partes más importantes de Melbourne y algún que
otro lugar curioso.
Entre los lugares que hemos
podido visitar están, federation square, la biblioteca victoria, que su
interior es precioso, los murales de las calles de la parte vieja, chinatown,
las orillas del rio Yarra, la parte financiera, The block arcade, las galerías más famosas, el teatro princess, el parlamento, y los jardines Carlton, Batman, la Torre Eureka, la vieja cárcel, la calle más comercial Bourke St, la estación de tren Flinders St. Lo cierto es que está bastante bien el tour, y
teniendo en cuenta que al finalizar pagas solamente lo que tú crees que vale,
ha estado muy bien.
Para cenar hemos elegido chinatown, desde que visitamos Vietnam estamos viciados con la comida asiática. Unas rollitos fritos, con dumpling fritos y cocidos con un par de cerveza, y una buena charla ha sido el colofón a nuestro último día en Melbourne. Dejamos esta ciudad con pena.
Para cenar hemos elegido chinatown, desde que visitamos Vietnam estamos viciados con la comida asiática. Unas rollitos fritos, con dumpling fritos y cocidos con un par de cerveza, y una buena charla ha sido el colofón a nuestro último día en Melbourne. Dejamos esta ciudad con pena.