Sidnay. 8 Octubre 2016

Anoche de camino al hostal compramos algo de leche, fruta y unas napolitanas, así que hemos desayunado en la cocina del hostal.

Mainly
Lo primero que hemos hecho ha sido reservar en la recepción del hostal una excursión para ver las blue mountains mañana. Después hemos ido cogido el ferri que nos llevará hasta Manly, ha resultado ser un trayecto bonito.

Una vez en Manly y tras pasar por la oficina de turismo nos  ponemos en marcha. Nos dirigimos por la costa hacía spring cove donde se disfruta de Collins Beach una playa poco turística y apenas concurrida,  desde allí hacia North head, aunque no hemos llegado hasta la misma punta. Se trata de un paseo de unos 6 km, aunque nosotros habremos hecho 4 km más menos. La vuelta la hacemos por Shelly Beach desde donde vamos hasta Manly Beach, la segunda playa más famosa de Sídney.

Mainly Beach
Durante nuestro recorrido hemos encontrado una pequeña cafetería con ambiente bohemio donde hemos hecho un alto en el camino para comer algo. Hemos pedido dos platos de huevo con beicon, lechuga, tomate y patatas fritas junto con dos cafés grandes. Nuestra sorpresa ha sido que no eran dos platos, sino dos bocadillos de huevo, beicon, lechuga y tomate. Aquí les gustan los sándwich y los bocadillos más que a un guiri en San Fermin. Pero la verdad es que estaba bastante rico y por primera vez en este viaje bastante apañado de precio, 34$

Por la tarde hemos estado paseando por The Corso, en el centro del pueblo. Se trata de un calle comercial donde están todas las marcas de surf, en sus calles adyacentes hay igualmente mucha tienda y restaurantes. No es lo más atractivo que se pueda ver, pero está repleto de gente, así que hay algo de ambiente.

Manly nos ha parecido una zona bonita, y con ambiente, pero también creemos que si tienes que dejar algo que ver de Sídney que sea Manly. No perderá calidad tu viaje.

A media tarde cogemos el ferri de vuelta, este viaje nos ha salido gratis. La máquina de tikar estaba estropeada y nos han tenido que dejar pasar. Lo mejor de venir hasta Manly creo que es su viaje en ferri. Tiene unas vistas espectaculares del puente de la bahía de Sídney y de la ópera.

Al llegar a Sídney hemos ido a visitar los jardines botánicos. Estos jardines se dedican a la flora Australiana. Es el lugar predilecto de los autóctonos para venir a relajarse y a hacer reportajes fotográficos de bodas, incluso para su celebración. Pudimos ver una par.

Botanic Garden
Dentro de los propios jardines, está la casa del Gobernador una mansión gótica que actualmente es la residencia oficial del gobernador de Nueva Gales del Sur.

Es agradable pasear sin prisas por este jardín lleno de cacatúas.

Dando un paseo de unos 20 minutos por Macquarie street hemos llegado hasta Hyde park. Macquarie street es una histórica calle que marca el límite oriental del centro de la ciudad. Está salpicada por edificios coloniales, uno de ellos el parlamento de Nueva Gales del Sur. Otro de los edificios que se pueden ver es la biblioteca Estatal.

Como nos encontramos con ganas de seguir andando hemos visitado Chinatown. No es tan bonito como el de Melbourne pero tiene la esencia de un Chinatown, y eso nos ha gustado. Aunque en realidad este es el tercer Chinatown de Sídney. El primero estuvo en The Rocks, el segundo en Market st muy cerca de Darling Harbour. El actual data de 1920. Su calle principal, totalmente peatonal está salpicada de restaurantes y tiendas chinas.

Hemos decidido cenar en el barrio, así que hemos buscado un local que parecía tener éxito entre los chinos, porque estaba abarrotado. Hasta hemos tenido que hacer cola. Éramos los únicos occidentales. Pero hemos comido bien, arroz con cerdo y unos rollitos fritos con un par de cervecitas. Aquí no es como en España, donde los chinos son baratos, no. Aquí como todo en este país los chinos también son caros, aunque en comparación con la cena de chinatown de Melbourne, esta ha sido algo más barata.

Como ya se está haciendo algo tarde, y además llevamos todo el día andando, ponemos rumbo al hostal, pero antes hacemos una parada en un supermercado para comprar un par de botellas de vino de la región de Barossa para llevarnos a España.