Hemos dormido como críos,
necesitábamos un poco de descanso tras el largo día de ayer. A las 7 de la
mañana va a venir la furgoneta del hostel para llevarnos a los muelles donde
vamos a coger el barco que nos va a llevar a la Gran Barrera de Coral, así que
hemos madrugado un poco para desayunar algo antes de ir.
Los muelles no están lejos del
hostel, así que en poco más de 10 minutos estábamos a los pies del barco,
esperando a embarcar. Hoy va a ser un gran día, vamos a hacer snorkel en la
Gran Barrera de Coral, donde todo submarinista que se precie quiere bucear.
La gran barrera de coral, es el
arrecife de coral más grande del mundo, con 2300 kilómetros, tanto que se
puede ver desde la luna, Es decir, una distancia similar a la que separa Madrid
de Budapest.
Esta considerado el ser vivo más
grande del planeta, con una extensión de casi 35 millones de hectáreas. Pero por
lo que realmente es valorada la Gran Barrera de Coral es por ser el hábitat de
más de 1.800 especies de peces, incluidas 150 de tiburones, unas 5.000 de
moluscos y más de 400 de corales diferentes. Su riqueza atrae a treinta tipos
de cetáceos, como la ballena jorobada, numerosos delfines, y más de 200
especies de aves.
Buena parte de la particularidad medioambiental de este entorno está protegido gracias al llamado Parque Marinode la Gran Barrera de Coral, incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 1981.
Y en este fantástico lugar
nosotros hemos practicado snorkel. Ha sido maravilloso. Tras enfundarnos
nuestros trajes de neopreno hemos podido disfrutar de esta maravilla natural
que deja sin habla. Es una experiencia recomendable. Hemos estado en dos sitios diferentes del
coral. A la tarde ha sido algo más complicado el hacer snorkel, ya que la
corriente era bastante fuerte y la temperatura del mar algo más baja, pero pese
a ello ha sido genial.
A última hora de la tarde hemos
llegado a Cairns. La única pega de la excursión además de su alto precio, es
que no disponíamos de cámara de fotos acuática, con lo que tendremos que
retener las imágenes en nuestra retina de por vida, ya que no creo que seamos capaces
de describir lo que hemos visto.
El resto de la tarde la hemos
pasado callejeando un poco por lugares que ayer no habíamos visto. Ciertamente,
la impresión que nos dio ayer la ciudad hoy lo hemos ratificado. No es una
ciudad bonita, pero es acogedora y tiene mucha vida.
Para cenar, hemos elegido una
cervecería cercana a esplanade, que tenía bastante buena pinta y que estaba muy
concurrida. Ha sido un buen lugar para probar alguna cerveza local. Y un buen
sitio para ponerle el punto final a un día fantástico.