La vida en la isla es muy
diferente que en el continente. El tiempo aquí no es igual, en La isla
Magnética todo va más lento, la vida es mucho más relajada. Venimos
acostumbrados a madrugar y aquí hemos seguido la rutina, pero hemos tenido
problemas para encontrar un lugar abierto donde poder desayunar. Ya eran las 8
de la mañana. Keep calm and Relax.
Radical Bay |
No tenemos la intención de pasar
todo el día tumbados en una sola playa, queremos ver unas cuantas y hacer algo
de snorkel. Da mucha pena irse de una playa así, pero desandamos el sendero y
volvemos hacía el coche, aunque a medio camino, a unos 2.5 km paramos en
Florence bay, una playita algo más pequeña pero igual de bonita. Esta playa es
mucho mejor para practicar snorkel.
Hemos pasado un rato agradable
descubriendo el fondo marino, aunque tengo la sensación de que me he achicharrado la
espalda, como pega el sol. Es una zona de corales donde se pueden ver cantidad
de peces.
Arthur Bay |
Entre baño y baño hemos pasado nuestro
día playero. Ha sido de lo más gratificante. Las playas no desmerecen en nada a
las caribeñas, y el snorkel aquí es maravilloso. Qué gran día. La única pega,
es que pese a que nos hemos estado dando crema constantemente creo, que nos
hemos achicharrado. En Australia, debido al agujero de la capa de ozono, el sol
pega de narices, y hay que estar dándose constantemente crema. Al parecer más
veces de las que nosotros creíamos.
Creo que nos hemos enamorado de
esta isla. No sabemos que nos deparará el viaje, pero algo muy bueno va a tener
que ser para superar lo que estamos viviendo en la Isla Magnética.
A media tarde, hemos ido al coche
a cambiarnos el bañador por un pantalón seco y nos hemos ido a recorrer el itinerario Fort Walk, un paseo de una hora y media que recorre distintos enclaves militares y que
te lleva hasta una torre de vigilancia y el puesto de mando del fuerte que aquí
se construyó para la segunda guerra mundial. Este es el mejor enclave para
poder ver koalas en libertad. El koala es un animal que se pasa la mañana
entera durmiendo en los árboles, y que inicia su actividad a media tarde.
Lo cierto es que si vas con
calma, sin hacer ruido, y fijándote en los árboles, podrás ver koalas. Al menos
nosotros tuvimos la suerte de poder fotografiar unos cuantos. Incluso uno nos
hizo un pase de modelos bajando del árbol y pasando por delante nuestra.
Recordad, parecen peluches pero
son animales, no les molestéis, simplemente disfrutad de su libertad. Y un
consejo, llevar agua para el camino.
Nuestra última parada antes de
cenar ha sido Geoffrey bay, un sitio menos apto para bañarse en verano debido a
la cantidad de medusas que llegan a su playa, aunque en esta época eso no es un
problema. El lugar es más turístico, con pequeño bares y alguna que otra
terraza.
Geoffrey bay |
En Geoffrey bay no hemos pasado
demasiado tiempo, ya que se está haciendo tarde y nos apetece cenar algo. Para
ello nos hemos ido a un restaurante en la playa horseshoe bay considerado el
lugar turístico de la Isla. Por fin hemos podido disfrutar de las famosas
gambas de Isla Magnética, y tenemos que deciros que Uhmmmmmm. Probarlas.
Hoy ha sido un día relajado,
aunque muy bien aprovechado y muy muy disfrutado. No creo que fuese un problema
volver algún día a Isla Magnética.